sábado, marzo 23, 2019

Esto ayuda eso es un hecho.





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Los probióticos no curan por sí solos las enfermedades, pero ayudan a que las aves se recuperen antes y, lo más importante, previenen muchos trastornos intestinales

Su aplicación es sencilla, bien en la comida (pasta) o en el agua de bebida. Aconsejable en momentos de estrés: muda, cría, viajes, enfermedad, etc., 


Si bien es cierto así nomas uno no debe darles a las palomas cualquier cosa que a alguien se le ocurra recomendar...también es verdad que todavía nadie tiene la magia en sus manos.Por ello se recurre a la ciencia quién es la única que al lanzar una recomendación se tiene que cuidar y mucho.

En la actualidad ya es común en muchos palomares el uso de probióticos en general. La razón de esto hay que buscarla en el amplio abanico de ventajas que ofrece su uso.

Existen aún pocos estudios científicos sobre el uso de estos productos, estando realizados la mayoría de estos trabajos sobre aves de granja. No obstante, muchas de las conclusiones obtenidas en estas investigaciones pueden aplicarse perfectamente a las palomas.



Cuando nacen los polluelos su intestino prácticamente está estéril, desarrollándose su flora intestinal durante las primeras semanas de vida. Esta flora autóctona es específica y está determinada por las condiciones físicas y químicas existentes en su aparato digestivo.

Son muchas las formas en que pueden llegar los microorganismos peligrosos al intestino de las aves -a través del agua o de la comida a través del acicalamiento de las plumas- cuando un ave alimenta a otra, o bien sustancias que fueron inhaladas luego tosidas y finalmente tragadas. 

Sin embargo, el aparato digestivo dispone de una serie de mecanismos de defensa que impiden que estos microorganismos perjudiciales se instalen aquí y produzcan enfermedad:

A) En el proventrículo (estómago glandular) existen unas condiciones muy ácidas (pH 2) que destruyen la mayoría de las bacterias y los virus.

B) Producción de sustancias por parte del hígado (ácidos Biliares) y páncreas (enzimas pancreáticas) vertidas al tubo digestivo, pudiendo destruir allí a ciertos virus.

C) Elaboración de un mucus por las células especializadas que cubre las paredes internas del aparato digestivo, impidiendo la adhesión de bacterias perjudiciales.

D) Producción de anticuerpos que van a inutilizar a virus y bacterias peligrosas.

E) Presencia de una flora intestinal (bacterias, levaduras y protozoos) que compite con los microorganismos no deseados. Cuando la flora normal es destruida o debilitada por el uso indiscriminado de antibióticos es el momento en el que los gérmenes oportunistas que normalmente infectan a un ave sana empiezan a multiplicarse de forma rápida, originando enfermedad en el animal.



Por ejemplo, es normal que las aves que estén recibiendo antibióticos como las tetraciclinas desarrollen infecciones secundarias por hongos (micosis); esto ocurre porque las tetraciclinas destruyen las bacterias que mantenían a raya a los hongos, pudiendo éstos crecer ahora sin obstáculo alguno.

Si con la administración de probióticos conseguimos mantener una flora intestinal en equilibrio evitaremos problemas tan frecuentes en las aves como son las diarreas. Pero ¿cual es el probiótico ideal?

Las características que debe reunir son las siguientes:

1. Que aporte unos microorganismos idénticos a la flora intestinal normal de esa especie en concreto. Esto resulta prácticamente imposible, ya que una paloma no tiene la misma flora digestiva que un jilguero. Incluso una paloma silvestre tiene diferentes microorganismos que una paloma nacida en cautividad. 

A pesar de esto la flora digestiva aportada por los probióticos comercializados resulta útil.

2. Otra característica importante es que no resulte dañino ni productor de sustancias tóxicas.

3. Los microorganismos que los componen deben de adherirse fácilmente a la pared intestinal y crecer rápidamente.



La flora digestiva aportada beneficia a las aves de diferentes formas:

A) Produciendo ácido láctico- los lactobacilos son bacterias que pueden transformar la lactosa en ácido láctico, consiguiéndose así tal acidez en el tubo digestivo que se le hace la vida imposible a ciertas bacterias dañinas.

B) Elaborando vitaminas, beneficiosas y necesarias para el ave.

· C) Produciendo sustancias (ejemplo: acidolinas) que atacan a las bacterias perjudiciales.
D) Fabricando enzimas que ayudan a la digestión.

· E) Por la simple presencia física: evitan que su lugar sea ocupado por microorganismos no deseados.

¿Cuál es la composición de los Probióticos?

Son muchas las bacterias y levaduras que se pueden usar de forma beneficiosa para mantener una flora digestiva sana y en equilibrio.
Los microorganismos más usados son los siguientes:


Lactobacillus sp Sreptococcus faecium Bacillus subtilis Bacillus cereus Bacillus licheniformis Bacillus t Sacharomyces cerevisiae.

Los lactobacilos son quizás los más conocidos por los avicultores, por lo que haré más hincapié en ellos. Se trata de bacterias que pueden transformar la lactosa en ácido láctico. Este aumento de ácido láctico hace disminuir el pH intestinal a unos niveles tan bajos que se hace imposible la supervivencia de microorganismos tan peligrosos corno :

E. coli Pseudomonas SP., Proteus sp., Salmonella sp. y Stafilococus sp.

Los lactobacilos crecen rápidamente en el intestino, siendo los más utilizados: Lactobacillus bulgaricus, Lactobacillus bífidu y Lactobacillus acid Este último es capaz de fabricar vitaminas del grupo B.
Son también productores de peróxido de Hidrógeno, una sustancia que impide el crecimiento de ciertas bacterias (anaerobias).

Las levaduras también forman parte de los probióticos. Son utilizadas por su poder fermentativo (producen ácido láctico) y por su riqueza en vitaminas del grupo B y enzimas que ayudan al proceso de la digestión. Las más usadas son Sacharornyc S cerevisiae y Sacharomyces fragilis.

En condiciones de normalidad toda la flora intestinal permanece en un estado de equilibrio dinámico, es decir, que aunque esté sometida a constantes cambios se equilibra finalmente, siempre y cuando no se den situaciones muy estresantes.


El estrés puede provocar cambios que llegan a persistir hasta 2 o 3 semanas después de haber finalizado la causa que los produjo.

Estudios realizados en gallinas mostraron que aquellos ejemplares mantenidos a 23 grados Centígrados no experimentaron cambios en la cantidad de lactobacilos presentes en su intestino. Sin embargo, aquellas aves sometidas a temperaturas tan altas como 43 grados Centígrados manifestaban modificaciones en su flora digestiva.

Durante estos años de clínica aviar he usado y uso con bastante frecuencia probióticos en pacientes que están recibiendo tratamientos antibióticos o que padecen de problemas digestivos.




Consultorio Veterinario PLUMAS
Enrique Moreno Ortega
Veterinario especialista en Aves




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