La una paloma mensajera llamada Mary.
Mary
Paloma NURP.40.WCE.249
Condecorada: Noviembre de 1945
"Por mantener el contacto con la resistencia a pesar de las heridas".
Es posible que Mary sea la paloma mensajera más destacada de la Segunda Guerra Mundial. Sus inestimables servicios a los aliados llegaron a serle merecedores de una condecoración, en recompensa por las arriesgadas misiones que llevó a cabo con éxito.
A principios de 1945, a Mary se le encomendó un mensaje que debía trasladar desde la parte de Alemania tomada por los Aliados a la ciudad británica de Exeter. La paloma llegó a su destino con varias heridas provocadas por las garras de otra ave. Se trataba de los halcones que los alemanes entrenaban para matar las palomas mensajeras.
El empleo de halcones para yugular este canal de comunicación se inició cuando los alemanes advirtieron que la Resistencia francesa utilizaba palomas para enviar mensajes a Londres. Los británicos lanzaban cajas con palomas mensajeras en puntos previamente acordados y los resistentes galos las soltaban una vez que habían introducido sus mensajes en los pequeños cilindros que llevaban adheridos a sus patas.
Los alemanes descubrieron esta práctica y dieron órdenes a sus guarniciones en la costa francesa de abatir a toda paloma que se dirigiera hacia el mar. Sin embargo, los soldados no mostraron demasiada puntería y se optó por combatirlas con halcones entrenados para ello. No sé si fue esto lo que inspiró la simpática película de dibujos animados Valiant, pero en ella se pueden ver a estos halcones persiguiendo a las palomas británicas.
Pero, en el caso que nos ocupa, los halcones nazis no consiguieron su objetivo y Mary logró regresar a suelo inglés, con gran alegría de su propietario y entrenador, Robert Tregovan.
Cuando se recuperó de sus lesiones, Mary fue enviada de nuevo a Alemania. Allí se le volvió a confiar un importante mensaje que debía llegar urgentemente a Inglaterra.
Al llegar a Exeter, su dueño la recogió en sus manos y pudo comprobar las heridas producidas por los halcones, pero además mostraba el impacto de varios perdigones y un ala rota. Pese a regresar en ese lamentable estado, había cumpido su misión y, poco después, ya estaba preparada para seguir sirviendo a la causa aliada.
Cuando se recuperó de sus lesiones, Mary fue enviada de nuevo a Alemania. Allí se le volvió a confiar un importante mensaje que debía llegar urgentemente a Inglaterra.
Al llegar a Exeter, su dueño la recogió en sus manos y pudo comprobar las heridas producidas por los halcones, pero además mostraba el impacto de varios perdigones y un ala rota. Pese a regresar en ese lamentable estado, había cumpido su misión y, poco después, ya estaba preparada para seguir sirviendo a la causa aliada.
Mary sufriría de nuevo las consecuencias de la guerra cuando
una bomba destruyó su palomar.