La mano del colombófilo.
Cuando observamos en su
nidal a un pichón vemos su mirada inocente como la de cualquier bebe, y es que
realmente es lo que viene a ser dentro de su especie.
Esa etapa de su vida es
todo aprendizaje y de ahí la importancia de que no debemos de olvidar que al
igual que aprende de sus progenitores y del resto de palomas de nuestro
palomar.
También lo hace de
nosotros al relacionar cada uno de nuestros gestos con la forma de actuar en
cada momento.
El instinto y en
especial el de supervivencia no lo pierde y ante cualquier cosa extraña ya sus
padres con sonidos en alguno de los casos no percibido por el oído humano, ya
les hace estar en alerta tratando de camuflarse con la cabeza gacha en su nidal
y de acercarnos al mismo trata de aparentar inflándose ser más agresivo de lo
que realmente son, llegando incluso cuando le acercamos la mano a su nidal dar
aletazos con sus alas como si de una fiera se tratara.
Los genes son
importantes pero no imprescindibles, ya que de buenas palomas pueden salir
palomas mediocres. La mano y el trabajo del colombófilo es muy importante y
está demostrado que buenas palomas en manos inexpertas difícilmente darán el
resultado como el trabajado por un experto y experimentado campeón.
Cuantos
secretos esconde un pichón hasta que con el tiempo va demostrando con pequeños
detalles su valía hasta que llegue la hora de la verdad como es la de la cesta.
Una de las cosas que me
gusta observar en ellos es cuando demuestra en esa etapa, el cariño que tiene
al palomar y lucha por su posadero dando muestra de su buena condición y que
realmente se siente identificado y a gusto en esas instalaciones.
Creo que todos hemos
tenido experiencias muy dispares con la conducta de sus primeros vuelos en el
palomar y de como hay pichones que demuestran a sus pocos días del destete su
instinto de orientación.
Pongo un ejemplo
pichones que al primer día del destete ponerle sobre la tablilla del palomar y
arrancar a volar sin haber estado nunca fuera de su nidal, y estar dos o tres
días batallando por el barrio sin entregarse a otro palomar y llegar a casa
casi sin fuerza demostrando a mi modesto entender su valía, sin embargo otros
con más tiempo de destete y reconocimiento del exterior del palomar entregarse
al primer palomar que encuentre por la zona.
Son pequeños detalles pero que
vienen a decir de la valía salvo excepciones de un pichón.Son momentos en los
cuales disfrutamos de esa época de cría y aquerencia de los pichones al palomar
aunque también de nervios en sus primeros vuelos por miedo a perderlos.
Se repite con mucha
frecuencia que en colombofilia esta todo escrito y que cada maestrillo tiene su
librillo pero para los amantes de este hobby o deporte toda imagen o comentario
de palomas, nos agrada de ver.
Saludos cordiales
Vicente Vega Santana
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